Dios no quería mi intercesión por vocaciones sacerdotales, sino que intercediera por mi propia vocación…
María del Carmen Arriaga Arredondo
Mi llamado a la vida consagrada se dio como relataré a continuación. En noviembre de 1986 falleció mi papá. A raíz de este acontecimiento yo ingresé a los grupos de Renovación Carismática. Fue muy especial encontrarme con un Dios vivo lleno de amor y de misericordia. Yo había llevado mi relación con Él a base de devocionalismos. Pero, a raíz de mi encuentro personal con Jesús y a través de su Palabra, yo me iba enamorando más de Él.
Esto me entusiasmó mucho, y me dio la capacidad de renunciar a muchas cosas que ocupaban mi tiempo y me apartaban de Dios. Desde entonces empecé a vivir solo para trabajar, atender a mi mamá y buscar diariamente las cosas de Dios. Nunca dejaba la oración, la Eucaristía, la lectura de la Palabra y las reuniones en los grupos Carismáticos.
En 1988 yo formaba ya parte del grupo del Sector Sur de la Comunidad Nueva Alianza en San Luis Potosí. La hermana Carmen Crespo, quien atendía este grupo, me invitó a asistir a unas veladas de adoración al Santísimo los primeros viernes de cada mes en la casa donde vivían ellas. Estas veladas, según su invitación, era para orar por vocaciones. A mí me entusiasmó mucho porque yo sentía gran inquietud de interceder por las vocaciones sacerdotales, y asistí los tres primeros meses.
En la tercera velada, cuando me tocó mi turno para orar, yo experimenté que Dios no quería mi intercesión por vocaciones sacerdotales, sino que intercediera por mi propia vocación. Para mí fue algo confuso, porque yo tenía en mente el ideal de cuidar a mi mamá hasta su ancianidad. Este plan, aunque era muy bueno, quizás era solo gusto mío pero no de Dios. Por eso en ese momento yo sentí temor y decidí no tomar mucho en cuenta esa experiencia que tuve en la oración.
Sin embargo en mi interior quedó mucha inquietud y yo la quería olvidar afanándome en servir a Dios de muchas formas en los grupos a los que asistía. Pero en mi corazón se entabló una tremenda lucha que duró algunos meses. Entonces me decidí a continuar descubriendo qué quería Dios para mí. Pero en ese momento me empezó una tremenda enfermedad de migraña persistente que me trajo muchas consecuencias. Algunas de ellas fueron parálisis del nervio óptico, desequilibrio en el metabolismo y una gran debilidad física.
Todo esto duró medio año. Ahora tenía que luchar no solo con mi interior sino también con mi salud física. Esto me llevó casi al borde de la muerte. Por este motivo me hicieron varios estudios y tratamientos, pero ninguno me mejoraba nada. Entonces mi mamá, que era una mujer de fe, decidió invitar a un grupo de matrimonios que se dedicaban a orar por los enfermos. Cuando oraron por mí la primera vez se obró el gran milagro. Yo sané. Solo me quedó el recuperarme de mi debilidad corporal.
Dos meses después, cuando ya todo estaba dentro de la normalidad, descubrí que mi confusión de dar una respuesta a Dios era solo resistencia. Es que yo no quería dejar sola a mi mamá. Aunque somos nueve hermanos, ya casi todos estaban casados. Solo quedaban tres ya con planes de matrimonio. Con lo de mi enfermedad me di cuenta de que no valía la pena poner más resistencia. Si yo me hubiera muerto, mi madre de todas maneras se hubiera quedado sin mí y Dios no la desampararía.
Fue cuando tomé la decisión y hablé con la Hermana Carmen Crespo de esta inquietud. Ella me invitó a estar más en contacto con las Discípulas de Jesús (que en ese tiempo eran 15). Ella misma habló con la Madre Isabel. El 8 de enero de 1990 ingresé a este Instituto para quedarme por toda la vida. ¡Hice mis Votos Perpetuos el 4 de septiembre de 1994 para la gloria y alabanza de Dios!
¡DAD GLORIA AL SEÑOR AHORA Y POR SIEMPRE!
DATOS BIOGRÁFICOS
Nací el 14 de julio de 1954 en la Ciudad de San Luis Potosí. Fui bautizada el 26 de agosto del mismo año, y recibí la Confirmación y la Primera Comunión en diciembre de 1960. Mis padres son Francisco Arriaga Arriaga (+) y Sabina Arredondo Buenrostro (+). Estudié Primaria, Secundaria y Normal Básica en San Luis Potosí. Terminé la Normal Superior en la Ciudad de Guanajuato. Trabajé ocho años en Primaria y siete años en Secundaria antes de ser llamada a la vida religiosa.
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