«El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor…» (Lc 4,18-19)
«Nuestro único afán debe ser buscar a Dios. No hay necesidad sino de una sola cosa: Dios, su Reino, conocerlo, amarlo, servirlo, glorificarlo…»
(Constituciones 33.5)
A lo largo del tiempo, el Señor ha ido suscitando entre nosotras diversas experiencias de trabajo pastoral.
Si bien nuestra misión no es propiamente de carácter social, hemos acogido con gran cariño y dedicación dos obras que surgieron a raiz de necesidades muy concretas en dos de los lugares en los que estamos: Ciudad Victoria, Tamaulipas (México), y Río Grande, Tierra del Fuego (Argentina).
En Ciudad Victoria se trata del trabajo con mujeres en situación de vulnerabilidad, a través de la Casa de Desarrollo Integral DIJAC. Y en Río Grande de la atención y acompañamiento de personas con distintos tipos de adicciones y sus familias, a través del Grupo Santa Mónica.
Entra aquí para saber todo sobre estas obras:
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