El Santo Rosario: la belleza de la simplicidad
Hoy queremos hablarte del Santo Rosario para que conozcas mejor esta hermosa oración y te vayas familiarizando con ella. Para que si ya lo rezas, lo hagas con más amor y devoción, y si aún no lo haces, descubras la belleza escondida en su simplicidad.
¿Quién inventó el Santo Rosario?
Esta oración tan hermosa surgió hace muchísimos años, alrededor del siglo X, en plena Edad Media. En esa época el centro de la fe eran los monasterios, donde los monjes pasaban sus días entregados a la oración y el trabajo.
La Orden Cluniacense
En el año 910 se fundó la Orden Cluniacense, que le dio gran importancia a la oración coral comunitaria. Los monjes que sabían leer y podían recitar fácilmente el Salterio -es decir, los 150 Salmos- se dedicaban a la oración coral. Sin embargo los hermanos legos, que se dedicaban al trabajo manual, eran analfabetos. Por eso no podían acceder a la oración de los Salmos.
Para suplir esta deficiencia comenzaron a recitar, en lugar de los 150 Salmos, un “Salterio” de 150 Padrenuestros al día. Esta piadosa costumbre se fue difundiendo entre otras comunidades religiosas, los sacerdotes y los laicos.
La Orden Cisterciense
En el año 1098 se fundó la Orden Cisterciense, que le daba gran importancia al culto a la Virgen María. Por eso las monjas y monjes cistercienses empezaron a reemplazar algunos Padrenuestros de los 150 que rezaban por “Salutaciones” a la Virgen.
Y es que todavía no se conocía el Avemaría tal como lo rezamos hoy. Solo se decía la primera parte, a la que se llamaba “Salutación del Ángel”. Es el texto de Lc 1,28-33: “Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo”. Algunos le añadían la segunda parte del saludo. Son las palabras de Santa Isabel tomadas de Lc 1,42: “Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre”.
El “Salterio de María”
A lo largo del siglo XII se fue extendiendo la costumbre de rezar 150 Salutaciones en lugar de 150 Padrenuestros. Al final se agregó el nombre de Jesús. Así se creó el “Salterio de María”. Además en este tiempo se empezó a extender el uso de “contadores”, es decir, de rosarios. De esta manera se podía llevar la cuenta de las Salutaciones que se iban rezando.
Más adelante se estableció la costumbre de meditar un hecho de la vida de Jesús o de María mientras se iban diciendo las Salutaciones. A comienzos del siglo XV se añadió la segunda parte de la oración. Es la que dice: “Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén”.
Así fue como poco a poco se fue conformando el rezo del Rosario que todos conocemos. En él se combinan el recitado de Avemarías con la meditación de pasajes de la vida de Jesús y de su Madre.
Las Órdenes Mendicantes
En el siglo XIV las Órdenes Mendicantes (Franciscanos, Dominicos, Carmelitas y Agustinos) difundieron el rezo del “Salterio de María”. Lo hicieron en sus predicaciones y entre los laicos que ellos acompañaban espiritualmente.
Especialmente fueron los Dominicos los grandes difusores del Rosario. Y esto debido a la conocida tradición de que la Virgen María le entregó a Santo Domingo un rosario pidiéndole que propagara esta oración por el mundo entero. Por eso se considera a este santo como el fundador del Rosario.
Del Papa San Pío V al Papa San Juan Pablo II
El Papa San Pío V (1504-1572) fijó el modo de rezar el Rosario, organizándolo en tres grupos de cinco misterios: Gozosos, Dolorosos y Gloriosos. En cada misterio se rezan un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria. Mientras, se medita en un pasaje de la vida de Nuestro Señor o de su Madre.
Este mismo Papa, San Pío V, fue quien impulsó a la cristiandad a rezar el Rosario para que María intercediera y los fieles fueran librados de la amenaza turca. El día 7 de octubre de 1571 se libró la Batalla de Lepanto. En ella la armada cristiana venció a la turca a pesar de que esta era muy superior. Por eso fue instituida en esta fecha la fiesta de la Virgen del Rosario.
Ya en nuestros días, en el año 2002, el Papa San Juan Pablo II agregó los misterios Luminosos. Así se completó el Santo Rosario tal como lo conocemos hoy.
El “cordón umbilical” que te une a tu Madre
Así se expresó el Papa Francisco en la Fiesta de Nuestra Señora del Rosario el 7 de octubre de 2016:
“Por muchos aspectos, la oración del Rosario es la síntesis de la historia de la misericordia de Dios que se transforma en historia de salvación para quienes se dejan plasmar por la gracia. Los misterios que contemplamos son gestos concretos en los que se desarrolla la actuación de Dios para con nosotros. Por medio de la plegaria y de la meditación de la vida de Jesucristo, volvemos a ver su rostro misericordioso que sale al encuentro de todos en las diversas necesidades de la vida. La oración del Rosario no nos aleja de las preocupaciones de la vida; por el contrario, nos pide encarnarnos en la historia de todos los días para saber reconocer en medio de nosotros los signos de la presencia de Cristo”.
Cuando rezas el Rosario te encuentras con María, y Ella te lleva de la mano al encuentro de su Hijo Jesús. Y con María y con Jesús puedes ir al encuentro de los hermanos, de los que sufren, de los que te necesitan… Con María y con Jesús puedes mirar de un modo nuevo tu propia vida, las situaciones que te toca vivir, el dolor, la enfermedad, la cruz…
Esta bella oración es como el cordón umbilical que te une a tu Madre, la Virgen María. A través de él recibes de Ella la gracia, la paz, el alimento espiritual, el consuelo, la fortaleza…
Sabes que el bebé cuando está en el vientre crece y se nutre a través del cordón umbilical que lo mantiene unido a su madre. Así también tú puedes crecer espiritualmente si te mantienes unido a tu Madre a través de esta sencilla pero hermosa oración.
Un “ritmo” para sintonizar el corazón
Por eso te invitamos y te exhortamos a adoptar este modo de orar en tu vida. El Rosario no es solo una oración vocal, no se trata solamente de “repetir” Avemarías como si fueras un loro, un periquito que no comprende lo que está diciendo.
Esta repetición rítmica de avemarías irá acompañando el ritmo de tu corazón, el latido de tu amor. Y te ayudará a “sintonizar” tu corazón con el corazón de María para que Ella te conduzca a Jesús.
Y así como dos personas que se aman nunca se cansan de repetirse palabras de amor, así nunca te cansarás de repetirle a tu Madre esas palabras extasiadas del Ángel Gabriel: “¡Llena eres de gracia!”. O el grito gozoso de Santa Isabel: “¡Bendita tú eres…!”
Y ese ritmo irá acompañando también el suave meditar de cada uno de los Misterios de la vida de Jesús. Yesos Misterios iluminarán tus propios misterios, y te ayudarán a comprender tu misma vida, a veces tan difícil, a veces tan marcada por la cruz.
María se irá haciendo así tu compañera de camino, tu guía, tu luz… Le irá dando ritmo a tu propio caminar. Haz la prueba. No pienses: “¡Qué aburrido!” “¡Siempre lo mismo!” Ella va a hablarte. Suavemente se pondrá a tu lado, te hará sentir su presencia, su cariño, su calor de Madre. Te alimentará, te guiará. Sentirás su ternura. Será tu sostén en las horas difíciles. Ya no estarás solo. Tu Madre irá contigo.
Si no sabes cómo rezarlo aprovecha el obsequio que te hacemos, completamente gratis, y descárgate aquí el e-Book sobre el Santo Rosario que hemos hecho especialmente para ti.

Y para terminar…
Como siempre lo hacemos, te invitamos a compartir tus experiencias en los Comentarios… ¿Qué significa para ti el Santo Rosario? ¿Lo rezas habitualmente o te cuesta hacerlo? ¿Sientes la presencia de la Virgen María en tu vida?
También puedes compartir esta entrada con tu familia, tus amigos y tus contactos. Usa los botones de las redes sociales. ¡No te cuesta nada y nos ayudas a evangelizar! Recuerda que la fe crece cuando la compartimos.
¡Que Dios te bendiga!
Te esperamos en la próxima publicación.
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- Hermosos cantos de adoración…
- Especial para tus momentos de oración…
- Suaves melodías que llenan tu alma de paz…
Gracias por tan clara explicación de lo que es rezar el Rosario
Saludos.
Qué bueno que te haya gustado Alejandro !!! Que María te cuide y el rezo del Santo Rosario sea tu fortaleza en el camino de la fe. Dios te bendiga !!!