Diez consejos para que tu lectura bíblica dé frutos en tu vida
¿Por qué es tan importante leer la Biblia?
Si estás siguiendo estos artículos, seguramente estarás de acuerdo con nosotras en que es sumamente importante leer la Biblia, y también que la tuya sea una lectura bíblica fructífera.
En el primero de esta serie, Dos motivos y siete condiciones necesarias para leer la Biblia, quisimos motivarte a que te iniciaras en esta aventura de leer la Sagrada Escritura. En ella es el mismo Dios quien se revela al hombre, le abre su Corazón, se entrega a él.
El segundo post fue un Sencillo plan de lectura bíblica para que pongas en práctica… y disfrutes de tu encuentro con la Palabra de Dios. Y precisamente se trató de eso, de ofrecerte un caminito muy práctico, muy fácil, para que empieces a leer la Biblia sin desanimarte.
Llegados a este punto, suponemos que ya estás entusiasmado en este encuentro con la Palabra de Dios, que ya has empezado a leerla. Y no solamente a leerla, sino también a conocerla, a vivirla y a hacerla parte de tu oración, como bellamente dice esta canción de Martín Valverde:
¿Qué sucede cuándo lees tu Biblia habitualmente?
Y cuando empieces a ser asiduo en la lectura bíblica te irás dando cuenta de lo que irá sucediendo en ti:
- Comenzarás a entusiasmarte cada vez más por Dios y a llenarte de amor hacia Él.
- Te abrirás más fácilmente a la oración.
- Te empezarán a entrar ganas de llenarte de buenas obras: limosna, sacrificios, perfecto cumplimiento del deber de cada día, etc.
- Iniciarás un camino de arrepentimiento, conversión y cambio de vida, y te alejarás del pecado.
- Te sentirás consolado en las penas, en las enfermedades, en las aflicciones económicas, en las tentaciones, en las angustias de cualquier clase, porque descubrirás a un Dios que siempre está atento a consolarte y a velar por ti.
- Aumentará tu fe al convencerte de que Dios siempre tiene razón en lo que dice y nunca se equivoca. Aumentará tu esperanza pues descubrirás que Dios siempre cumple lo que promete. Aumentará tu caridad pues te llevará a amar más a Dios y a tu prójimo.
Pero para que todos estos frutos se vayan dando en tu vida tu lectura tiene que seguir un método, o más bien unas pautas o requisitos que te ayudarán a extraer de ella toda su riqueza.
Por eso hoy queremos ofrecerte estos
DIEZ CONSEJOS PARA UNA LECTURA BÍBLICA FRUCTÍFERA
1. Lee con regularidad

Así como en las comidas, para que sean provechosas, tiene que haber cierta regularidad y tiempo fijo para tomarlas, así en la lectura bíblica conviene tener algún método bastante fijo y señalarse cierto tiempo del día para hacerla. Para algunos será la mañana, porque su mente está fresca. Otros aprovecharán más la noche porque están más tranquilos. Y otros más preferirán cierta hora del día en que tienen un rato libre. También habrá quienes puedan hacerla en familia antes de comer… Lo importante es que tú descubras cuál es tu momento ideal y destines un tiempo fijo de cada día para dedicarlo a esta labor.
2. Aprovecha todos los retazos de tiempo para leerla

Si bien es fundamental que tengas tu tiempo fijo de lectura bíblica diaria, también es muy bueno que aproveches todos los momentos del día que tengas libres. Por ejemplo, cuando estás haciendo cola en alguna ventanilla, o esperando el autobús, o aguardando a alguien que no llega a tiempo… Lleva siempre contigo un Evangelio o una Biblia. ¡Hoy en día son muy útiles las aplicaciones para los teléfonos celulares en los que podemos tener tan a mano la Palabra de Dios! Y aprovecha cada momento para leer. Esta lectura siempre enriquecerá tu mente y tu espíritu con su mensaje. ¿Cuántas veces dejas que tu mente divague o se llene de cualquier cosa? ¡Haz que se llene de Palabra de Dios!
Cuentan que un herrero de Canadá llegó a conocer la Biblia mejor que cualquiera de sus vecinos solo porque la tenía en su taller y, entre trabajo y trabajo, le echaba una ojeada. La Biblia terminó llena de herrumbre, pero él se llenó de sabiduría.
No hay economía que produzca tanto como economizar el tiempo. Economiza tus tiempos libres empleándolos en leer la Palabra de Dios. No dejes que se te pase la vida mano sobre mano, descansando; aprovecha todos los momentos posibles para llenarte de Dios y de su Palabra.
3. No te desanimes cuando al principio no te parezca fácil

Todo trabajo es difícil en sus inicios, pero cuando lo repites una y otra vez se vuelve agradable, fácil y rendidor. ¿La lectura de la Biblia se te hace pesada ahora? Llegará el día en que te será muy agradable, fácil y rendidora.
4. Conténtate con ir comprendiendo un poco a la vez

No podrás comprender la Biblia en un mes, ni si quiera en un año. Pero si la vas estudiando continuamente y le pides a Dios que te ilumine, ella llegará a ser para ti una mina inagotable de la cual irás sacando cada vez mayores tesoros de enseñanzas.
5. No te preocupes por lo que no entiendes

Sigue leyendo, que al fin te va a pasar como a quien se dedica a aprender un idioma. Lo estudia y lo estudia, y un día sale hablándolo. Así te pasará con la Biblia: si la estudias, Jesús hará contigo como con los discípulos de Emaús, a quienes les abrió el entendimiento para que comprendieran las Escrituras. Y dirás como ellos: “¡Cómo ardía con fervor nuestro corazón cuando nos habló…!” (cf. Lc 24,13-35).
6. Ora

Pide con el rey David: “Abre mis ojos y contemplaré las maravillas de tu Ley” (Sal 119,18). Si lees orando, el Espíritu Santo, que es quien inspiró las Palabras de la Biblia, te iluminará para entenderlas, amarlas y practicarlas.
7. Medita

Porque las maravillas y tesoros no están en la superficie y deberás sacarlos con atención. Quien desea adquirir la Sabiduría necesita meditar con atención y constancia las Sagradas Escrituras. Medita para adquirir la mentalidad espiritual tan contraria a la mentalidad del mundo.
Meditar es volver a pensar lo que se leyó, aplicándose a sí mismo eso que se ha leído. Para meditar necesitas detenerte un poco para reflexionar en las palabras que has leído, no ir deprisa y evitar el leer solo superficialmente.
También es asimilar, rumiar. Solo alimenta aquello que fue digerido. Si es necesario, puedes señalar aquellos versículos que más te llaman la atención para volver a leerlos después.
8. Compara

Las concordancias aclaran muchos puntos. Habrás visto que las Biblias traen en el margen las citas de otros pasajes que se parecen al que estamos leyendo. Esto se llama “concordancia”. Hay personas que interpretan mal un pasaje de la Biblia porque no lo comparan con los demás que se le asemejan.
La mejor explicación de un pasaje de la Biblia es otro pasaje de la Biblia. La mejor explicación de la Biblia es la Biblia misma.
Concordancia, comparar… ¿No será esto lo que Jesús nos quiso recomendar cuando dijo “escudriñad las Escrituras” (Jn 5,39)? Lo que puede parecer oscuro en un lugar, queda claro en otro. Las repeticiones en la Biblia no son sino una ventaja para el lector diligente. Cada escritor sagrado contempló la obra de Dios desde un ángulo diferente. Por eso es necesario reunir y comparar los distintos modos de decir las cosas para obtener la verdad completa. Así, por ejemplo San Pablo dice que “la fe salva” (cf. Gal 2,16), y Santiago añade: “Pero la fe sin las obras está muerta” (St 2,17). Entonces es necesario atender a los dos textos para obtener la verdad completa.
9. Lee el Antiguo Testamento como un “libro incompleto”

Recuerda que son profecías que quedarán cumplidas en el Nuevo Testamento. Todo queda “completo”, todo queda “cumplido” cuando llega Cristo. El Nuevo Testamento se oculta y se explica en el Antiguo. El Antiguo Testamento se revela y se completa en el Nuevo. Por eso dirá San Agustín: “A lo largo de todas las páginas de la Biblia puede trazarse una línea roja de redención que tiene por centro y ápice la cruz de Cristo”.
10. Lee los comentarios

Son las explicaciones que las Biblias católicas traen al pie de página y que te ayudarán a entender los distintos pasajes bíblicos. Hoy en día se acostumbra también usar un diccionario bíblico para comprender mejor el significado de ciertas palabras del texto sagrado. Y la Iglesia siempre ha tenido como norma sapientísima leer las explicaciones que los Santos y Doctores de la Iglesia han hecho acerca de los pasajes bíblicos. Este método es utilísimo para entender y aprovechar mejor la lectura de las Sagradas Escrituras y para evitar errores de interpretación que puedan llevarnos tras falsas doctrinas.
Aquí te dejamos el enlace a una Enciclopedia Católica online que puede serte de gran utilidad.
Esperamos que estos sencillos consejos te sean útiles en el momento de hacer tu lectura bíblica, y te animamos a emprender este apasionante camino de conocer cada día más la Palabra de Dios.
¡No dejes de escuchar estas enseñanzas sobre la Lectio Divina!
Seguramente descubrirás en ellas una gran riqueza, y aumentarán tus deseos por la Palabra de Dios…
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Aquí podrás encontrar el último de los temas de esta serie. ¡No te lo pierdas!
Dios te bendiga.
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¿MUY CIERTO! La biblia es muy importante, El Maestro dijo: Juan 12:48 «El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la PALABRA –«Biblia» — que he hablado, ésa lo juzgará en el día final.» !!TODOS LOS DÍAS DEBEMOS LEERLA¡¡ e invocar al «ESPÍRITU SANTO» para que sea EL, quien nos revele la fuente infinita de sabiduría y salvación, Santiago 1:21.
Demos gracias a Dios, hermano Jhon, que nos ha dejado su Palabra revelada, y esforcémonos por vivirla… Dios te bendiga !!