Claves para vencer el miedo en épocas de dificultad
¿Estás asustado? ¿Quieres vencer el miedo? ¿Sientes que es muy dura la prueba, te sientes solo, agotado, sin esperanza?
Ciertamente es muy duro lo que estamos viviendo a nivel mundial. Parece que todo se desestabiliza, hay incertidumbre por el futuro, miedo por el presente, nostalgia por el pasado… Sin embargo, en medio de este caos Dios quiere venir hoy a poner paz en tu vida. Él quiere regalarte una nueva esperanza, quiere que aprendas a vencer el miedo, que te levantes y vivas feliz y pleno, sea lo que sea que tengas que vivir.
Al comenzar esta Semana Santa tan especial, el Señor viene a decirte:
¡Menos miedo, más fe!
Una Cuaresma diferente
Ha terminado una Cuaresma «diferente». Este ha sido un tiempo en el que el Señor ha querido enseñarnos a vivir hacia adentro. Un tiempo en el que Dios nos ha estado instruyendo en una nueva forma de ayuno, que consiste no tanto en privarnos de alimentos, sino más bien en ayunar de la vista, de los oídos, de los sentidos… Hemos aprendido que el mismo hecho de no poder salir de casa y de limitar el contacto social son también formas de ayuno…
Ha sido un tiempo de volvernos al Señor y de cerrarle las puertas al pecado, por el que habíamos expulsado a Dios de nuestra vida. Como los ninivitas (cap. 3 del libro del profeta Jonás), hemos descubierto el valor de la penitencia. Nos hemos cubierto de cenizas al comenzar la Cuaresma (en el miércoles de Ceniza) y durante estos cuarenta días hemos implorado el perdón de Dios.
Porque este ha sido un tiempo propicio para dejar atrás el pecado que nos esclaviza y abrirnos a la misericordia de Dios.
¡Elige creer!

Ante lo que estamos viviendo actualmente tienes dos opciones, puedes tomar dos actitudes. Una de ellas es buena, te hará crecer, madurar, te hará feliz y pleno. La otra es mala, te encerrará en ti mismo, no te permitirá avanzar, te paralizará y hasta puede terminar matándote.
La actitud mala es el miedo, el temor, la angustia, el pánico. La buena es la fe en Dios… ¡Así de simple!
Y en todo esto la buena noticia es que si asumes la actitud buena, -si eliges tener fe, si eliges creer en Dios-, verás como rápidamente el miedo desaparecerá. ¡Porque la fe vence todo temor!
Por eso es tan importante que creas en Dios y también que le creas a Dios. Porque sus promesas siempre se cumplen, porque Él es un Dios fiel, un Dios de amor.
Pero la fe se manifiesta a través de las obras, por eso dice la Palabra de Dios que «una fe sin obras es una fe muerta» (St 2,17).
Hablaremos a continuación de algunas de las obras de la fe que te ayudarán a vencer el miedo.
Vencer el miedo con la obediencia

¿Recuerdas la historia de Naamán, el sirio? Está en el capítulo 5 del 2º libro de Reyes.
Para sanarse de la lepra el profeta Eliseo le manda que se bañe siete veces en el rio Jordán. A Naamán le parece algo demasiado sencillo, hasta ridículo si se quiere, y al principio se niega a hacerlo. Sin embargo, lo convencen de que obedezca, y al obedecer se sana.
La lección es obvia: ¡obedece! Quédate en casa y no salgas, lávate las manos, usa cubrebocas… ¡Son cosas tan simples! Y sin embargo, si obedeces, esa misma simplicidad te puede salvar la vida, a ti y a los tuyos.
Vencer el miedo con la confianza

Recuerda el Salmo 23: «Aunque pase por cañadas oscuras ningún mal temeré porque Tú vas conmigo, tu vara y tu bastón me dan seguridad…» (v. 4).
El miedo es normal, es humano, porque somos frágiles y vulnerables. ¡Pero no te centres en ti! No te quedes en tu fragilidad, en tu vulnerabilidad. Céntrate en Dios, en la fe; céntrate en la fuerza y el poder de Jesucristo… Y ora, lee la Palabra de Dios, alábalo, entrégale tu corazón.
Pon tu confianza en tu Buen Pastor que va contigo y te da seguridad.
Vencer el miedo con la Palabra de Dios

Cuando sientas angustia, cuando estés entrando en pánico, recuerda que tienes un Dios que te ama. Y ve a la Palabra de Dios, recurre a ella porque la Palabra será luz en tu sendero, será bálsamo suave para tus heridas, será consuelo en tu aflicción.
Ya hablamos del Salmo 23. Hay otros Salmos muy hermosos que pueden ayudarte a superar el temor, como por ejemplo el Salmo 91, del que publicamos una hermosa reflexión que puedes encontrar aquí. También puedes leer el Salmo 27, el 34, el 56, el 103… ¡Y muchos otros textos bíblicos!
¡Qué importante es que conozcas, que ores, que estudies la Palabra de Dios! Porque así la Palabra te irá recreando, transformando, renovando, fortaleciendo… ¡Te hará un hombre nuevo, una mujer nueva!
Aprende a aprovechar el tiempo

Para que estés fuerte y puedas resistir a las tormentas y a las tempestades en tu vida, y también para que puedas vencer el miedo, en este momento es muy importante que aproveches muy bien el tiempo. Piensa que todo lo que estamos viviendo es un regalo que el Señor te da. ¡Que sabiduría la de Dios, que a todos nos tiene en casa, recogidos, hacia adentro!
De este modo tu casa es tu escuela, tu casa es tu lugar de trabajo, tu casa es tu lugar de diversión… ¡tu casa es tu Iglesia!
Allí es donde Dios se va a manifestar a tu vida en esta Semana Santa tan especial. Allí es donde el Señor te hablará, allí es donde Él quiere «celebrar su Pascua con sus discípulos» (Mt 26,18).
Por eso en estos días lo más importante será que estés hacia adentro: primero dentro de ti, contigo mismo. Y luego con los tuyos.
Aprovecha estos días para reflexionar, para escuchar a Dios, para preguntarle qué quiere de ti, de tu familia, de tu vida… Este es un tiempo de gracia, un tiempo para que pongas en acción tu fe.
Valora los regalos de Dios

En estos días valora también todo lo que recibes de parte de Dios. Especialmente valora la Eucaristía… ¿Cuántas veces pudiste ir a Misa y no fuiste? ¿Cuántas veces pudiste comulgar y no comulgaste? ¿Cuántas veces pudiste estar un tiempo con el Señor en el Santísimo Sacramento, y adorarlo, amarlo, venerarlo… y no lo hiciste?
Por eso reúne a tu familia, y aprovechando los medios de comunicación, haz de tu casa un altar y trae la Eucaristía a tu hogar. ¡No dejes pasar esta oportunidad que Dios te da!
En tiempos de crisis… ¡crece!

Lo habrás escuchado miles de veces: «Toda crisis es una oportunidad de crecimiento». Y es cierto. Porque la crisis te fuerza a salir de ti mismo, a dar un paso más, a superarte, a «dar el estirón».
Entonces… ¡aprovecha también esta crisis! ¡Crece! Sal de ti mismo, mira más allá, no te quedes solamente en las malas noticias, da un paso más, busca superarte… Para que cuando salgas, el mundo te encuentre diferente. Porque después de vencer el miedo y superar la crisis saldrás más fortalecido en Dios, lleno de fe, con una nueva esperanza, con nuevas perspectivas… ¡Habrás resucitado con Cristo en verdad!
Entonces todo este tiempo no habrá sido en vano. Esta habrá sido una Semana Santa diferente, especial e inolvidable.
¿Te gustó este artículo?
¡Recibe un aviso cuando publiquemos otro!
Reaviva, fortalece y acrecienta tu formación cristiana con la buena lectura que aquí te ofrecemos…

Letanía de la Misericordia
Una especial ayuda para tu oración de intercesión por otras personas, y también para invocar la Misericordia de Dios sobre ti mismo…
Una forma sencilla y poderosa de orar y de conocer a Jesús…
¡Pide el tuyo ahora!
Envíanos aquí un mensaje para solicitarlo o pedir información:
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!